Se intuía, pero ahora ya se ha comprobado. Una revisión de 160 estudios ha constatado que los que reconocen ser felices viven más años y con mejor salud. Una evidencia científica que une con lazos más fuertes la felicidad y la salud que los que vinculan la obesidad con la reducción de la esperanza de vida.
La alegría de vivir funciona porque los estados de ánimo positivos reducen las hormonas del estrés, aumentan la función inmune y favorecen la recuperación del corazón después de un esfuerzo. Mientras que los negativos, como las peleas con la pareja, provocan una curación más lenta.
¿Y qué nos hace felices? Pues si eres de las que ven el vaso medio vacío prueba con la música. Un reciente estudio de la Universidad canadiense de McGill ha comprobado que escuchar determinadas melodías nos hace sentir “un subidón”. Esta sensación se debe al aumento de la producción de dopamina (un neurotransmisor del cerebro relacionado con la sensación de placer). La canción que mayor bienestar produjo a los voluntarios del experimento fue el Adagio para cuerda de Barber, que aumenta hasta en un 21% los niveles de dopamina.
MKToñyConsultora 
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